Con la aspiradora acometo
el polvo de la primera baldosa,
un cuadrado de cm 20 x 20.
Aspiro el polvo
hasta su completo traspaso en el bolso de papel
insertado en el electrodoméstico.
Avanzando con método y luego
recorriendo al revés el camino
a imitación del movimiento en bustrófedon
que el campesino antiguamente realizaba
con el arado arrastrado por el buey,
lograré eliminar el polvo
de la totalidad del piso del cuarto.
Poco a poco, con método,
con tenacidad,
con perspicacia,
el polvo acumulado será transferido
en otra superficie, fuera de mi apartamento,
una superficie en la que, con el transcurrir de los años,
se reproducirán,
estratificadas,
las capas de tierra que, poco a poco, cubrirían
mis habitaciones, si hubieran quedado deshabitadas
como las antiguas casas que encontramos
llenas de tierra y de desperdicios de vidas pasadas
bajo el pavimento de las calles de nuestras ciudades.
- Autor: andrea barbaranelli ( Offline)
- Publicado: 29 de mayo de 2019 a las 06:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 33
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