Reclinada en el regazo de una escolta en marcha
va pendiendo mi bandera hasta alcanzar los cielos.
Cada paso que retumba arrastra.
Mil soldados, hermanos míos que gritan entre miedos:
¡Viva patria mía!
La sangre convertida mancha en mi costilla.
Contempla mi costado herido,
que desprende y tinta el pecho al rojo vivo.
¡Que me envuelva yacente la maternidad de mi bandera
Y que mis restos le den vida a ésta, que es su tierra!
Pues de las águilas
postradas con sus garras en nopales
la belleza es ella.
Es aquellos dos amantes
transformados en volcanes.
Trae la guerra tatuada en su origen,
sobre polvo y pastizales
las capillas santas se erigen.
Que se aferren fuerte, los que puedan
y no dejen caer nunca nuestra nación entera.
Sostengan firmes a su emblema,
como si su vida de ello dependiera.
Que yo dispuesta estoy a alzar la voz,
coreando alto hasta tocar el Sol:
¡Obsérvenme, porque de México soy; él es mí, él es yo!
- Autor: Christian (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de mayo de 2019 a las 10:31
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: lazaro sosa cruz, Lualpri, chico_sad, david valencia tobon
Comentarios4
Quizás, seguro, llegue un día en que la Patria no sea una bandera, un trapo manchado de sangre inocente, de sudor vano; y quizás también lleguen otros tiempos en que a la Patria no le canten mercenario de de la vida y de la muerte; mientras tanto, y espero, mi Patria es un cielo limpio, una playa interminable, unos montes que se secan al sol, una Patria que busco y recuerdo en mi memoria, una Patria que diseña nuevos horizontes, que habla de una literatura prohibida, perseguida. La Patria es ese trocito del alma que todos llevamos dentro y de la que es difícil desprendernos, ésa es mi Patria.
Hace años conocí personalmente a un Catedrático de Historia de la Universidad de México DF, mientras tomábamos café me contó, hablando de tu país, que " de la Revolución mexicana que llevó a cabo Emiliano Zapata apenas quedaban las Actas de defunción",; Triste que tanta gente dieran tanto, lucharan tanto, murieran tantos para al final de aquella Patria queden estos restos.
Hoy las revoluciones deberían estar en las Universidades y no en los cuarteles ni en ningún Parlamento.
Lázaro.
Quizá algún día no necesitemos banderas, y la Patria sea toda la Tierra entera, sin divisiones ni exclusiones y sin odiosas fronteras.
"Nuestra bandera no debe servirnos de escudo para atacar o defendernos, sino como manto sagrado para abrazarnos con nuestros semejantes cobijándonos con ella."
Comparto totalmente las palabras de Hermes.
Quiera Dios que algún día pueda lograrse !
Saludos.
Bellas letras. Un abrazo y felicitaciones, eres una niña pero tienes enorme talento. ¡Bien! mi poetisa.
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