Entre los árboles
caminas y paseas
muy lentamente.
La noche avanza,
se mezcla con tus pasos,
y te rodea.
Pesa tu cuerpo,
quizás por el cansancio,
cierras los ojos.
Acaba el día,
también para los robles
y para el bosque.
Hayas, encinas,
castaños y nogales,
todos descansan.
El gran silencio,
les cubre con su manto
lleno de sombras.
Se escucha al río
con canciones sinuosas
en las orillas.
Se escucha al cuco
que manda su saludo
a quien le escuche.
Se escucha a dios.
Ateos y creyentes
hoy lo confirman.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/05/19
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 29 de mayo de 2019 a las 14:46
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 52
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela, Lualpri
Comentarios2
Me hiciste viajar amigo. ¡Gracias!
A ti Scrittorys
Hermoso !
Gracias Luis
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