Cuentan que este silencio
Surgió en la sorpresa
Por no querer sentir nada,
De conservar siempre el corazón fuerte,
Pero de alguna forma
Mi cuerpo evoluciono tarde,
Y evoluciono porque la magia
De tus dedos evolucionados
Me transformaron tan lento
Y me ablando de nuevo
Para tomar la lección
Que aún descifro cada noche en soledad
En silencio y sin el movimiento
De tus labios sobre los mios,
Sin eso que se le llama beso,
Sin eso que hace latir tan rápido,
Taticardía, creo que así se llama lo que provocas.
Sin eso que se le llama beso
Sin esos brazos que me humanizarón,
Pero aquí estoy con este desayuno
Que nutré el cuerpo,
¿Pero sabes?
El café siempre me acercará
A las lunas en donde amamos,
A los sudores que conjugamos en nuestras almas,
El café y desayunarnos
Siempre hacían sonreír el alma,
Pero ahora solo estoy aquí con el silencio
Y sin ese intercambio cinético labial,
Pero así te escribo en companía mía
En companía de doña soledad
Y de la señora inspiración.
- Autor: Pablo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de mayo de 2019 a las 11:06
- Categoría: Carta
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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