Un tenue rayo acaricia los ojos;
detona al tocar los cuerpos,
una sola triza del calor del sol,
caricia enérgica
de temperatura floreciente.
El menor murmullo
en la marcha de los vientos;
solo un mensaje brinda:
tácito sentimiento.
La brisa, caricia húmeda,
en la mañana que irrumpe.
El ruiseñor y el gallo,
de orquestas elementales.
La hogaza se expandió,
se presiente el gusto elogiado.
La lluvia con gotas atrapadas en el vidrio,
palpándolo;
los granos tostados,
su amargo exquisito
y un sillón como regazo,
¿no son regocijo de la imaginación?
Los árboles meciendo las hojas,
en la ola del aire,
ruido que fecunda paz.
Dibujos de las nubes en fondo atrapado,
imágenes prisioneras de la mente.
El petricor de las tierras provocadas,
los colores habidos y por haber,
de las corolas, de las flores,
y su polen de engaño y recompensa.
Y eso no es todo,
es solo una gota de la vida.
- Autor: Jesús Oscar Ugalde ( Offline)
- Publicado: 31 de mayo de 2019 a las 20:40
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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