Manifestación del alma

¡Oh! ¿Qué importa si mis lágrimas las he recogido para llevarlas al nirvana de la naturaleza?
A veces no entienden la manifestación que estoy expresando por medio de mi silencio.

Me imagino caminando por el tiempo, manecillas que me dictan un compás de sentimiento...
Y en mis manos leyendas que se fraguaron ocultas, tan distintas,
obstinadas y sentidas como la sombra que en la bodega está rugiendo jamás borrada por la arena de la vida.

No quisiera percibir las ilusiones marchitas. Esas que me han golpeado con una piedra para luego quedar enterrada en el desamor.

La única manera en que me olvido de las injusticias en esta tierra, es cuando medito. Porque mi mente se queda como una nube sin memoria. Mi cuerpo se eleva hasta caer en un sueño profundo.

Cuando despierto, vuelvo a la realidad y me pregunto:
¿Por qué todavía sigues en mis pensamientos? Y mi entendimiento se pone inquieto, llegan tus recuerdos y el deseo de besar tu tronco frondoso.

Y mi cabello se alborota. Quisiera que estuvieras a mi lado para derretir el hielo de mi cuerpo y me digas al oído te quiero.
Todo esto es una maldita locura. Imaginarme perdiéndome entre tus besos. Y tú, mi sol tórrido, y yo, tan solo azucenas.

¿No sé cómo ahora puedo extrañarte tanto?
¿No sé cómo?
Ni los libros me definen lo que yo por ti ya siento.
Juro que todo lo daría por ti, sin dar lugar a un ¡Lo siento!

Pues la _(filosofía)_ de amor me ha acogido por completo. Veo ahora todo con más lógica y razón.
¿Pero sabes? Si pudieras escuchar cómo mi corazón te dice te extraño...

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