Luce más ella

La estoy viendo.
Y vaya que es feliz.
¿Es esa sonrisa la misma cuando estaba conmigo?
No, ésta luce más radiante.
Luce más natural, luce más ella.

Y lo he entendido.

Nunca me amó, nunca me sonrió justo como lo hace en este momento.
El hombre que está a su lado, toma su mano y en sus ojos se refleja algo más que no logro entender. Quizá porque tampoco me vio de esa manera.

¿Eso es a lo que se le llama amor?
¡Vaya que es hermoso!
Luce más cálido, luce más ella.

He de sentirme dichoso por la oportunidad de presenciar el amor, pero el no se presentó ante mí.
Ella se acerca a su oído y le dice algo que lo hace sonreír. Él voltea y deposita un beso en su mejilla.
Se sonroja y se acerca más a su cuerpo.

Y la sigo viendo.
Y vaya que es feliz.
Se suben al autobús y ella logra verme a través de la ventana.
Creo que me ha sonreído.
Levanto mi mano y me despido.
Camino de regreso a mi casa y pienso en ella.
¿Será su mirada el martirio de mi pensamiento?
Definitivamente.
¡Vaya que duele!
El día se ha tornado oscuro y con nubes de tormenta.
Luce más frío, luce más ella.

Y despierto.
Un sueño ha sido.
¿Quién era esa chica?
Miro a través de mi ventana y al cruzar la calle, una chica se encuentra mojada tras la fuerte tormenta y temblando de frío viendo a una dirección fija, sigo la dirección de su mirada.

Y los veo.
Una pareja tomada de las manos.
Vaya que son felices.
Regreso mi mirada y entiendo.

Creo que está viendo a la dirección equivocada.
La saludo y sonríe.
¡Y que sonrisa!
Luce radiante, luce más ella.