Puedo escribirte las mejores letras, decirte tiernamente en mis líneas que no te amo y que a la vez muero por vos constantemente desde que tengo razón de mi pequeña existencia. Puedes ver en mis ojos como danza mi alma al ver tus ojos y que se sacrifica celosamente por retener tu mirada, una corta mirada. Y te puedo pintar en blanco y negro las airadas palpitaciones de mi corazón cuando el pensamiento se dirige a ti. Y te puedo cantar mudamente mis deseos: que yo la quiero en mi vida, que mi alma vendo al mismísimo Dios con tal de que usted sea mi refugio, mi suerte, mi flor, mi mejor poema, mi vida, mi nada. Que mi amor sea correspondido por usted como la mitad de la otra mitad.
Pero no sé que quieres leer, ni sé qué quieres escuchar ni ver de mí. No me arriesgo, no siempre mi suerte ha sido buena y en cuestiones del amor, lanzar los dados es muy mala idea. A veces espero un par de seis y sin embargo de la nada la realidad me esconde los dados y me deja a la interperie con frío, con nada y solamente la tristeza.
Quiero escuchar de vos, si las ilusiones de mi pecho serán solo ilusiones o serán promesas obligadas a cumplirse.
Ven dime, abre tu boca y dime si la oportunidad de un mañana, de mi mañana estará junto a tu mañana. Dime si te soy el mejor poema, la mejor pintura, la mejor canción. Dime con tus ojos si soy bienvenido, dime si el deseo fervoroso del azar, de la suerte de tu destino te quiere cruzar con la nefasta suerte de mi destino. Dime si voy a tu mundo y lo convierto en un universo o mejor en un caos de hermosos colores. Dime si mis abrazos son tu refugio y que cada instante conmigo es el mayor de tus placeres. Dime si quieres flores en tu sala marcada por mi nombre y unos cuantos poemas los primeros viernes de cada mes. Dime que soy tu pensamiento y que soy el dueño de tus alegrías. Dime que soy tu verdad, la verdad negada, el segundo antes de tu presente, el pasado, el futuro. Dime que soy la recompensa de tu sufrimiento, dime que soy la mitad de tu mitad, Dime que te soy lo que tú no piensas sino más bien tu verbo conjugado en todos los tiempos. Dime que soy el deseo de tus deseos. Dime que soy tu vida o el comienzo de tu nueva vida. Solo dime amada mía un si o en el peor de los casos un no rotundo.
- Autor: Manuel Salvador (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de junio de 2019 a las 03:37
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: Yajaira Vargas
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