Toma la pistola.
Dispara en seco.
Sin compasión.
Llévame a la muerte.
Al lugar donde me dejaste la última vez.
Gira el gatillo con tus dedos, corazón y anular.
Dedos que traen un anillo falto de compromiso.
Alinea los pulgares con tus manos
No tiembles al mirarme
Apunta al blanco, directo al corazón.
Cárgala una, dos, tres veces hasta matarme.
Y si te detienes que sea con el único pretexto de respirar.
Descarga la ira de aquellas noches de amor.
De las madrugadas íntimas de diálogo.
Del amanecer con la boca sedienta de ti
Mira mi pecho abierto.
Expuesto ante ti desde el primer “te amo”
Recorre mis labios con un último beso.
Tómame con tus manos sudorosas.
Desata los hilos
Y cobija este frío
Que la vida y el amor se me fueron
Comentarios1
Muy bonito, Raquel.
Gracias.
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