Cigarrillo y sexo
Me quedaba en la cama luego de que el se fuera, entre las sabanas donde debatíamos el inmenso amor que nos teníamos, surrealismo fantástico era la inmersion y la condoja de su olor, el nuestro, el sexo se hacia manifiesto como una esquela, como un augurio fantasmal de que lo que habia sucedido, el cigarrillo impregnada las almohadas, la cama, su vida; la aspereza del vicio que se hacia visible con el sol de la mañana dejaba entrever la sensualidad del mismo de la noche anterior.
Como decía ahí me quedaba en la misma cama donde librábamos guerras y batallas, donde nos declarabamos la paz, donde reformulabamos la vida, en el mismo lugar que hacia ya tiempo nos servia de refugio, besos y lágrimas, sudor, sexo y cigarrillo.
Comentarios2
Una buena muestra de prosa poética. Con todo el respeto me permito sugerirte que antes de publicar un texto, lo revises minuciosamente. La ortografía es fatal. Quienes trabajamos con la palabra, hemos de manejar bien el lenguaje. Saludos
El amor deja rastros que nos recuerdan el sabor de la vida.
Buenos versos amiga
Con cariño
JAVIER
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.