Pasa el tiempo y los días se hacen recuerdos,
como aquellos buenos días de aquel año,
bajo el árbol espía, [1]
o al doblar de las oscuras soledades obscenas,
en las calles nocturnas visitadas a hurtadillas,
solos siempre,
como cuando íbamos juntos a tu escuela
y yo no iba a la mía.
Así comenzamos nuestro camino,
ajenos al dolor de la gente,
jugando a los enamorados,
tú casi de niña,
pues aun no tenías 15,
como en aquellos días del árbol,
a orillas del arroyuelo,
nosotros tirados en la hierba,
uno junto al otro,
uno contra el otro,
lejos del mundo,
casi como amantes,
sin saber que alguien nos miraba con obsceno,
como si no fuera obsceno el mundo,
como si no hubiesen amado nunca,
rompiendo el amparo de las palomas
que nunca más regresaron a ese nido.
Frank Calle (8/mayo/1969) - ¡50 años!
[1] Algunos años después de este pasaje, el árbol fue arrancado y en su lugar creció un edificio multifamiliar de 5 plantas. En cuanto al arroyo, cincuenta años después existe todavía.
- Autor: Frank Calle (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de junio de 2019 a las 00:39
- Comentario del autor sobre el poema: Así comenzamos. Ella tenía 14 y yo 17; y ya han pasado 54 años.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 16
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