Es evidente que no estás aquí,
pues si estuvieras,
serían innecesarias éstas
opacas ( o pocas) letras,
venidas desde lejos,
tan lejos como tu estarás ahora,
dormida,
o enfrentada al espejo
traslucido del sol,
camino de otro día tras papeles,
respiraciones
y recuerdos,
adaptando tu cuerpo
y sus tibiezas,
a la estrechez uraña
de tubulares horas.
Yo mientras tanto,
aquí tan lejos de tus manos
como nunca querría,
me voy desparasitando
de los últimos
atisbos de nocturnidad,
estirando los brazos
y las palabras,
que a momentos
se me atraviesan (las palabras),
impidiendome,
decirme a mi mismo
con claridad tu nombre;
mientras,
las mismas horas tuyas,
que antes de verte pasan
por mi puerta,
se amoldan sobre
al papel en el que escribo,
y le arrebatan un poco de blancura.
Eduardo A. Bello Martínez
Copyright 2019
- Autor: A. Martinez ( Offline)
- Publicado: 18 de junio de 2019 a las 11:46
- Categoría: Amor
- Lecturas: 71
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