Puedo quererla como la mitad de mi vida,
Pero tu aún estas como toxina en mi sangre,
Como el residuo de las noches de alcohol
Que te he dedicado,
Y si,
Ahora esta ella en mi vida,
¡Está en mi vida!
Pero tu fantasma literario
Aún rondan por mis dedos,
Y hacen que aún te reclame
Y le reclame a Dios por sentir tarde por vos.
La quiero y encuentro en ella
La paz y la tranquilidad que me negaste
Por amarte tarde,
Pero aún así te reclamo
Que no te largues aún de mi vida,
De mis espacios y de mis dedos,
Aún eres un residuo en mi,
Que hacen que solo quiera estar con ella
Y en la paz que ella me da
En su regazo,
En sus manos y en sus besos,
Ella está y me colóniza poco a poco
Como el antídoto que me cura de ti.
No es mi salvadora,
Simplemente ha elegido estar conmigo,
Y ahora me enseña
Las lecciones de poesía
Y de historias sobre dos ruedas
Con la adrenalina al tope,
No es mi salvadora,
Porque yo elijo ahora estar con ella.
Ella es mi antídoto inesperado,
Pero mis ganas de vivir
Son mías,
Mis ganas de amarla son mías,
Mis ganas de perderme
En una historía de mas de mil poemas
Y de mas de mil noches,
Son mías,
No es mi elección, ni su elección
Es nuestra coincidencia.
- Autor: Pablo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de junio de 2019 a las 01:20
- Categoría: Carta
- Lecturas: 87
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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