Cada vez que perdonamos, caminamos más ligeros de
equipaje. Tal vez por eso, todas las tradiciones del
espíritu, incluyen el perdón para cerrar cualquier herida,
por mucho sufrimiento que nos haya ocasionado.
Desde un punto de vista médico, cuando nos abonamos
al rencor, castigamos el organismo con un aumento de
la presión sanguínea y del ritmo cardíaco. Resulta
comprobado, que ambos descienden de forma inmediata
en el momento que perdonamos.
Las personas que cargan con un catálogo de ofensas y resentimiento hacia los demás son, asimismo, más susceptibles de sufrir trastornos de origen nervioso, como dolores de cabeza, tirones musculares, depresión del sistema inmunitario, o incluso en caso de estrés continuado, envejecimiento prematuro y úlceras. Buda decía: "Estar enfadado es como tener en la mano un carbón candente con la intención de arrojárselo a alguien. Al final, quien se quema eres tú".
Las personas que cargan con un catálogo de ofensas y resentimiento hacia los demás son, asimismo, más susceptibles de sufrir trastornos de origen nervioso, como dolores de cabeza, tirones musculares, depresión del sistema inmunitario, o incluso en caso de estrés continuado, envejecimiento prematuro y úlceras. Buda decía: "Estar enfadado es como tener en la mano un carbón candente con la intención de arrojárselo a alguien. Al final, quien se quema eres tú".
- Autor: emiliodom ( Offline)
- Publicado: 19 de junio de 2019 a las 03:54
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 30
Comentarios1
Sencillo de entender y muy cierto.
Pero hay cosas imperdonables, donde solo un poco de justicia podría otorgar un poco de paz. Un abrazo Emilio
TIENES RAZÓN. LA VERDAD SOLO TIENE UN CAMINO QUE ES TRANSITABLE.
UN SALUDO
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.