Perdimos los versos en la noche de oscura poesía... melancolía que decían que te enamoraría, alto precio pagaría con condena fría de no escuchar tu voz en melodía, era de esperar que llegara este día... el día de un fín sin final en el final de los días...
Cuéntame si viste la luna, hoy brillaba y su luz cegaba más que ninguna, cuéntame si escuchaste el viento, si con los rugidos del mar de fondo estuviste atento...
Cuéntame si sonaba alguna canción en tu cabeza, si las voces transportadas por el aire te llegan con certeza, cuéntame lo que tu alma grita en las noches oscuras y marchitas...
Cuenta el triste final del cuento que nunca acabó, cuenta como pusiste fin al principio y acabaste con todo saltando sin precaución al precipicio...
Cuéntame cómo olvidar, cómo dejarte de soñar, cómo volver a sonréir y avanzar para no perecer ahogada en las palabras del ayer...
Pide que te cuente, y yo te cuento; te contaré todas las bobadas que he hecho hasta el momento, me arrepentiré de todas mis erratas, y volveré allá donde me atas, cautiva y prisionera, esa no es tu jaula... es mi vida entera, la que soñé, la que sentí, la que por circunstancias alejaste de mí...
Cuenta que esperaste entre leones, que llegué tarde y no quisiste explicaciones, cuenta que lloré mil mares por aquellos lares, los kilómetros se convirtieron en torturas estelares...
Puedes contar tantas cosas a la luna para que el viento te oiga y traiga noticia alguna, escuchar tu voz quebrada, volver a confiar en esas hadas, ser imposible, para mí irrresistible pecado prohibido, sé que la solución que quise dar fue darte por perdido...
No te vencí, cuenta que te diste por vencido, cuenta cuántas veces me has odiado, cuántas maldiciones me has echado, y contamos las veces que nos hemos dañado...
Cuéntale a la luna por qué sigues esperando, cuéntale por qué me sigues añorando, y te contaré el inframundo por el que estoy pasando...
Recuerda que cuando nos hayamos contado todo, ya no quedará nada, no habrá baladas ni besos debajo la almohada, y es entonces cuando nuestro amor platónico habrá muerto eufórico para reencontrarnos en lo cierto...
Y hoy yo le cuento a la luna, que lo difícil no es imposible, que la felicidad cuando es plena es algo increíble, que pensaba que haciendo las cosas a mi manera, arreglaba y olvidaba que tengo un alma gemela en otro sitio de la tierra, no fue así, compliqué las cosas más de lo que debí y ahora sufro por lo que no gané, también por lo que perdí y no recuperaré para ser feliz...
En más de mil noches, no aprendí, busqué el amor y aún teniéndolo a mí lado no lo conseguí, es el precio caro que pagué por tí, nada podrá ser igual, nunca perdonarás; en otra vida busca nuestra aurora boreal...
- Autor: Dreamcatcher (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de junio de 2019 a las 21:21
- Comentario del autor sobre el poema: He complicado demasiado las cosas, y no sabes cuánto siento haberlo hecho...
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 48
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