Esta vez tropecé
la nada no alcancé.
El bullicio acallé,
Mas la traca noté.
Entre deseos y serpentinas,
Inquieto me quedé.
Inquietudes al desgaire,
son habitual consumo,
en persecución de un aire
esencial en grado sumo.
El susurro incesante
goteaba su mensaje:
No son los objetivos,
Son las artes del viaje.
Del frenesí de la vida no discutimos.
De los sueños siempre inacabados, tampoco.
Del soñar dormido no disponemos.
Del soñar despierto, disfrutamos.
Los hechizos y los antojos
no debieran enturbiarnos
los magníficos DESPERTARES.
- Autor: Rafael Pérez Ortolá (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de junio de 2019 a las 11:57
- Comentario del autor sobre el poema: Siempre están presentes en las tareas habituales.\r\n\r\nOcupan el contenido fundamental de mis artículos en Diario siglo XXI y en la revista Letralia.\r\n\r\nAunque la franqueza no parece un don al alza.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios2
PRECIOSOS VERSOS
SE DISFRUTA LEER.
SALUDOS POETA
Leo con retraso tu amable comentario.
En la brega identitaria es crucial el sentido poético.
Saludos.
Saludos, Rafael.
Desde luego la franqueza no es un don en alza ni creo que se convierta nunca en una virtud, cuando se dicen las verdades del barquero...
Gracias por tus buenos versos.
Saludos
Carmen
Las virtudes se escabullen como corceles asustados.
Saludos
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