-- Dame Señor de tu Espíritu la fuerza --

el brujo de letziaga

Dame Señor de tu Espíritu la fuerza.
Que mi escudo sea tu señal divina,
llena de luz que haga resaltar mi sombra,
con tu amor que me circunda...

 

Que tu sol me penetre el alma,
para ser una espiga dorada, de tu calor y gracia,
y que tu rocío de la mañana
refresque mi amanecer con tu presencia...

 

Hazme Señor mío, una nueva criatura,
y que seas Tú quien me guía,
sin perder en mi vida, la fe y la esperanza,
y así me nazcan, lágrimas de alegría.

 

¡Qué gran privilegio! ¡Qué gran ventura!
Escribir tu poesía como tributo de virtud y alabanza,
como una fiesta de mi alma cristiana,
ya que pienso que te agrada.

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