Mi viaje a la felicidad,experimentó un avance notable,
el día que dejé de preocuparme por mis problemas,
para prestar atención a los de los demás. Como el
meditador que siente un gran alivio, cuando se vacía
de si mismo, al renunciar a las propias exigencias y
anhelos, uno se encuentra de repente, con una fuerza
valiosa y creativa a su disposición. Toda la energía que
dedicamos a escucharnos, a lamentar lo que tenemos
y desear lo que no tenemos, puede emplearse para un
nuevo fin.En el caso de que decidamos el bienestar de
los demás, se tratará sin duda de una inversión muy
rentable. Y ello, por una razón muy simple,atendiendo
a ésta ecuación:El grado de felicidad personal, depende
de nuestra autoestima, y ésta depende a su vez de
lo útiles y valiosos que seamos para los demás. Todas
las personas, poseen el don de transformar su existencia
y la de los demás. Esto es algo a tener muy en cuenta,
cuando nos sintamos abrumados por los problemas, o
bien nuestras expectativas se hayan visto defraudadas,
para quien ha decidido tomar las riendas de su vida, todo está por hacer.
para quien ha decidido tomar las riendas de su vida, todo está por hacer.
- Autor: emiliodom ( Offline)
- Publicado: 24 de junio de 2019 a las 05:11
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Viento de amor
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