El lenguaje de mis manos, era triste
Esa noche y sin embargo te acaricie,
Tú no lo sabía, pero mi sonrisa
Estaba en duelo, más aun, así,
Yo te sonreí,
No sabía de mi soledad, pero te hice compañía
Era una muerte lenta, pero te hice vivir.
No sabias del invierno en mi alma,
pero no te hice faltar las mariposas,
Y fue todo primavera en tu corazón
Fueron tristes mis mañanas
Pero te regale un campo de dulces aromas
Aves de todos los plunajes
y atardeceres de ensueños.
No sabías que caminaba entre sombras,
Y te regale mi sol, que iluminaba tu camino
Y tal vez fue obra del destino
Que al despertar de este maldito sueño
Que me hizo tanto mal,
Decidí levantarme he irte a buscar.
- Autor: Gustavo Gerez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de junio de 2019 a las 11:44
- Categoría: Amor
- Lecturas: 58
- Usuarios favoritos de este poema: Yamila Valenzuela
Comentarios1
Aun bajo la tormenta siempre hay una sonrisa cálida para quien se ama.
Hermoso poema.
Apapacho querido Carlos.
siempre me es grato saber que personas como usted visitan mis letras. gracias
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