Lo único bueno que tienen las fronteras son los pasos clandestinos...por ahí vagan las ideas, por ahí pasan, se van y vuelven; y también es cierto que hay fronteras que mantienen a los pobres apartados del pastel que la vida misma significa.
Cuando la realidad inteligente nos recuerdan los años que hemos pasado descubrimos, de repente, que los ojos cuando se vuelven cansados se tatúan de deseos y ya para entonces nuestros pasos son y se han vuelto lentos y cuidadosos y nuestras miradas se pierden intentando atrapar lo que ya sabemos que no nos pertenece.
Entre el zorro y el trampero a veces solo habían unos instantes, cortos, de íntima compasión, de cercana intimidad previa al momento fatal antes de golpe certero: para uno la vida había llegado hasta allí, hasta ese justo momento; para el otro ésta era un instante más del presente. Luego se hacía el silencio de costumbre, la oscuridad bajaba por la ladera de las montañas y los pensamientos se esfumaban por delante mismo de sus propios pasos.
Ya es tarde cuando comprendemos que deberíamos haber aprendido qué valor tiene el dolor en nuestro propio cuerpo, él es el único que no nos miente, el que mejor nos conoce, nos habla y entiende aunque nos deja a nosotros la última palabra, la última decisión. Nunca nos traiciona y sí nos advierte acerca de qué camino tomar.
Los pintores, como los escritores, padecen la misma enfermedad y que la más de las veces tratan de sanar en la más absoluta e íntima soledad. Los pintores querrían siempre dibujar las heridas invisibles de la existencia misma escondida en nuestras almas. A los escritores nos gustaría sobrevivir a todas las circunstancias para que la palabra no muera nunca.
Lázaro.
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Autor:
lazaro sosa cruz (
Offline) - Publicado: 27 de junio de 2019 a las 13:39
- Categoría: Sin clasificar
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Comentarios2
Igual es el sentir...se pinta con colores lo que el alma tiene dentro, lo que el ser humano sueña pero no alcanza porque en este mundo no hay espacio para tanto sentimiento.
Así mismo los escritores dejan o dejamos la vida y los sueños que se cubren con vida real, con dolor, con penas pero también y gracias a ella misma ...con alegrías que aunque sean pocas se saben disfrutar tal y como vienen.
El pintor deja poesía en su arte, el escritor deja su alma en la realidad.
¡ Bellas letras !
Se te agradece tanta poesía y esa visión tan bella de ambos dones.
Fuerte abrazo Caballero Poeta.
Agradezco, Dolores, tu opinión sobre lo que he escrito. Si bien es verdad que, como dices, el pintor pinta con los colores que su alma lleva dentro no es menos verdad que a veces pintamos (soy pintor de acuarelas) con los colores de los ojos tratando o bien de reproducir lo que vemos o de mejorarlo, el hecho de pintar abarca más cosas que simplemente reproducir algo que vemos, también nos enseña a caminar despacio, a llevar la cabeza en alto, a mirar lo que muchas veces antes no veíamos, y más cosas.
Los que escribimos, y antes de hacerlo, nos acostumbramos a estar solo y a veces distantes de muchas personas; lo hacemos para reencontrarnos con nosotros mismos, para saber de lo que muchos otros no saben y al mismo tiempo para compartir de lo que aprendemos. Escribir, es mi creencia, es un acto de rebeldía, una acción revolucionaria que es una de las causas de la evolución del Hombre; también digo, y lo creo, que no existe el buen escritor sino el buen lector, es éste el que incita al hombre a escribir con su opinión crítica.
Mi escrito, y es mi opinión personal, no creo que se deba (se puede pero no se debería) poner en el campo de la poesía, creo que no es poema y sí más bien algo parecido a la prosa en la que dejo caer mi visión de muchas cosas, mi opinión de lo que veo y siento, mi manera de transmitir qué es para mí escribir. Agradezco tu opinión.
Lázaro.
Buenas letras poeta.
Un abrazo
Gracias por leer y opinar.
Lázaro.
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