Un gran silencio
se adueña de la tarde.
Cierras los ojos.
Quieres soñar,
volar sobre las olas
y las resacas.
"Te necesito",
susurran tus pupilas
a las mareas.
Y te estremeces,
preciosa mariposa,
sobre las flores.
Miras el agua
que llega hasta la playa
y que te abraza.
Entonces llueve,
los cielos ya no pueden
con su dolor.
Lloran las nubes.
Sus lágrimas sagradas
mojan tus alas.
Y tú suspiras,
poeta, con tus versos,
y tu inocencia.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/06/19
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 27 de junio de 2019 a las 15:52
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Mauro Enrique Lopez Z.
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