Las casas eran bajas,
con techos de tejas.
Inusitadamente,
en un terreno baldío,
había un barco.
Entre malezas,
el barco triste,
no encajaba
en el paisaje.
Qué deseos de navegar por los mares!
De enfrentar tormentas,
de mojar sus maderas,
con espuma y sal.
Te gustaría recorrer el mundo,
hacerte a la mar,
visitar los puertos de Grecia.
Te veo,
en ese terreno baldío,
barco triste,
y se me encoge el alma.
Todos también,
a veces,
somos un barco,
anclado,
en la tierra.
- Autor: Paleornis (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de junio de 2019 a las 12:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
Comentarios3
Es verdad a veces estamos tristes porque sentimos no pertenecer al lugar donde estamos o porque extrañamos aquel donde fuimos felices
Me gustó esta comparación
😉
Gracias por tu comentario, en tiempo de las relacioes líquidas, todos a veces, somos un barco en tierra. Mucho me agradaron tus poesías.
Paleornis.
"Todos también, a veces, somos un barco, anclado, en la tierra."
Gran verdad... cuando alguien no llega a convertirse en lo que deseaba para su vida, se carga de frustraciones. Es una mochila difícil de llevar; el cuerpo se enferma y la mente se marchita.
En pocas palabras, muy bien expresado.
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