La sala lista esta para la cena ,
la copa de rojo vino rebosa,
y el pan blanco está ya sobre la mesa.
Judas se hunde en la noche tenebrosa,
dentro, candiles alumbran la escena.
Me invita el Maestro a que tome y coma,
y que de su mismo cáliz yo beba.
Yo, sacerdote, con alma gozosa,
renuevo el sacrificio en tu memoria,
uniendo mi miseria con tu gloria.
- Autor: Marcos Gaviola ( Offline)
- Publicado: 28 de junio de 2019 a las 20:38
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 87
- Usuarios favoritos de este poema: Noakyr
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