San Mateo 5:3
“Bienaventurados los pobres en espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos”
Así lo dijo el Señor,
Refiriéndose sin duda a aquellos que,
Aunque pueden contar con breve conocimiento,
Sobreabundan en humildad sincera
“pobres en espíritu” no porque algo material les falte
Antes, vida espiritual les sobra.
Ingratamente tratados
Porque la banal plebe confunde
Al manso y humilde
Con tonto y dejado,
Escúchame, compañero de la vida,
Lo sencillo no quiere decir simple.
Así como este mundo inconsciente
Que todo lo pervierte,
Señala que el memorista es inteligente
Aunque tenga el corazón inerte
Y su alma, apeste a muerte.
Con toda razón el Salvador,
Les dio el cielo como posesión,
A aquellos que con corazón sincero
Se ofrecen al mundo con humildad genuina
¡cuanta falta le hacen al mundo!
Estos embajadores del Señor.
Despreocupados de la superficialidad
Interesados en ser correctamente éticos,
Cansados y aburridos de la maldad
y como del Señor, sus corazones idénticos
porque aprendieron, sin esfuerzo, a ser auténticos.
- Autor: El Corbán (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de junio de 2019 a las 23:47
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 187
- Usuarios favoritos de este poema: Diego Nicolás García Contreras, ZMRS, María C.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.