EL HOLOCAUSTO

Julieta Iallorenzi


Hasta Hitler tuvo esposa.

Los mayores sádicos

También pueden emparejarse.

Pero ni Eva Braun

En su arrastrado afecto

Cayó en la peor de las bajezas;

Negar el Holocausto.

Porque si, era cónyuge de un enfermo

Y no tan solo la convincente coartada

Para las portadas con la absurda

Mueca de una recién casada.

Y a los mediocres eso les bastaría

Para dar una semejanza de normalidad.

Ignorando que una nupcia

No tapa la monstruosidad.

Es que ella si, realmente era su Gemahlin

Tan demente como su Ehemann.

No era únicamente cómplice de sus vilezas.

Por eso ni la Braun osaría intentar

Hacer de lo irrefutable

Un perjurio tergiversable.

O adulterar la tortura en papel

El libro maldito de Ana Frank.

El único legado que el nazismo ha dejado.

Una remanencia de indeleble existencia

Un testimonio que jamas será borrado.

Ni el adefesio mayor pretendería

Adueñarse de su vida eterna

Es eso, las experiencias inalterables

Las historias reales de principios y finales.

Y aunque existan algunos renegados

Que en su arenero traten de soterrar

Los cuerpos estos brotaran en tallos

Como cardos los mas fieros

Espinosos dispuestos a punzar

A todo el que intente la tragedia velar.

Y hasta Hitler el torturador,

Conservo una pizca de honor.

Y prefirió su cuello decapitar

Que hacer de una catacumba judea

Un fatídico hogar.


JULIETA IALLORENZI

PATENTADO EN SADAIC Y DNDA

DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS

  • Autor: JULIETA IALLORENZI (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 29 de junio de 2019 a las 17:35
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 27
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