AL ALBUR DE LA BRISA
Sentado en el pretil,
de la sutil inconsciencia,
entre vapores sueño,
con la garganta seca.
Una idea que nace,
otra vieja regresa,
y que surja la duda,
que la verdad está cerca.
Entre efluvios y aromas,
la vida se despeja.
Sucumbe a la belleza,
a la pasión que aprieta,
y la idea viajera,
se eleva o se encorseta.
Tibias manos que rozan
la estructura que tiembla.
Una gota resbala,
ausente, sin consuelo.
Como una pluma alada,
acunada en el viento.
Un incipiente gesto,
que sobre el rostro asoma,
un laberinto ajeno,
extraño que se enrosca.
El beso se acomoda,
a la piel que palpita.
La miradas se cruzan,
como espadas de brisa.
El amor se desplaza,
entre cálidas cimas.
Y la pasión rebosa,
del redil que la obliga.
Primaveras de fuego,
sobre un volcán de sueños.
Un perfume que llega,
como sutil promesa.
La ligera pavesa,
de una hoja encendida.
Un amor que se cuela,
en la fisura viva.
Al albur las campanas,
que presagian la vuelta.
El regreso del sueño,
convertido en leyenda.
La mirada furtiva,
que de soslayo inquieta,
anunciando promesas,
que en el aire se ausentan.
Una cálida noche,
donde el verbo es la cuna,
que entre sábanas besa.
Una ternura pasa,
sobre el amor que abruma.
Temblores en las manos,
de emociones sinceras.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
29/06/2019
- Autor: alupego (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de junio de 2019 a las 01:48
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, neosan
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