Habra personas para las que la hora de la comida sea solamente el momento perfecto para saciar una necesidad, pero para mi el compartir la mesa con alguien es mucho más que procurar mi salud, en mi casa desde niña está parte era la más divertida y el amor tambien se demostraba en el sazón de la comida, y cada platillo debía ser delicioso pero también se reunía la familia para terminar de agregarle los toque mágicos a los alimentos y ésto se convertía en montos mágicos y memorables.
Yo nunca olvido una buena comida, pero una mala comida se convierte en la mejor, si la compañía es la adecuada. Por eso es tan importante aprovechar esos momento del día para reconocer la gente que convive con nosotros; y para demostrar un cariño tan puro que llega hasta los intestinos.
Es importante sonreír, agradecer, elogiar el platillo, abrazar, tomar de la mano, saborear en voz alta, soltar un "Joder" seguido de un: "Ésto está de regocijo"! Soltar un suspiro y sentirse a salvo sobre la silla, y afortunado si nos ha tocado comer en el suelo.
Dios! Para mi es tan importante la hora de compartir la mesa con alguien, porque debe ser alguien que definitivamente ame comer tanto como yo adoro ver el rostro de alguien degustando lo que preparé con tanto esmero y amor, y o simplemente sepa aderezar mi comida con sonrisas y con ese sin palabras que advierte que no hay nada en el mundo más importante que ese momento juntos, como si fuera la última comida.
- Autor: Edith Azul (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de julio de 2019 a las 15:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Viento de amor
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