Hoy tuve un tránsito,
unos pasos extendidos
que forma tomaron en mi recuerdo.
Eran frutas olvidadas
y zumos encadenados,
esencias incrédulas madurando de nuevo,
destilándose, casi,
casi,
casi,
en melancolía.
Había trajes olvidados
y vientos de relámpagos
y corazones
que retornaban primaveras
y había un sonido de sonrisas
en este tiempo del recuerdo.
Paso un mar sin olas
sobre el derretido espanto
de la necesaria forma del recuerdo.
Sueños de un amor
ronco con el calendario
y casi sin voz en los días vividos.
Pasaron trenzas hechas borbotones
y en mi hubo un acontecimiento de
de asombro
que volvió a escribir
en el periódico de mi vida
un nacimiento.
Viejos paseos
sobre promesas desbocadas
en donde el destino impuso
su autoridad.
Volví a verte en las brumas de mi memoria.
En el refugio cerrado de mi tiempo.
En la cueva donde guardo el eco
esencial,
la forma regional
de los cristales brumosos
donde ahora...te veo sin verte.
Estoy en la estación
de las piedras acumuladas
donde se juntan los albañiles cansados
y los canteros sudan
sobre el paraguas de la vida.
Amaso en cemento viejas rosas
que son gotas
de lo que fue y pudo ser.
No encuentro los rosales esenciales
pero pienso en ti
y comienza el jinete
a hacer sus verbos
a galope tendido.
Y decido poner tu nombre
sobre este verso
que tiene dientes
donde el mar es puro lodo
y cornisas de flores
que vuelven a crecer..
- Autor: susoermida ( Offline)
- Publicado: 4 de julio de 2019 a las 10:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 49
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