Amado amigo

amigo de la timidez

amante de los géneros literarios,

de caracter introvertido, fuerte, pero alocado en el fondo.

Se que exististe fiel amigo,

lo presintió mi corazón desde el principio,

como las visiones nocturnas atraídas por los sueños.

Niño de pocas palabras y gran sentido analítico,

mi querido soñador oculto,

de ojos encantadores y mirada inquieta.

Tus manos temblando al roce de las mías,

tus libros bañados de poesías,

miedos escritos sobre el papel de forma  indirecta.

Porte perfecto de principe de cuentos,

caricias esclavas a lo que nunca fue tuyo,

y tuviste tan cerca y tan lejos a la vez.

Buen madrugador, descubridor de urbes coloridas,

viajero activo y conquistador de ciudades,

que nunca fueron tuyas.

Dueño de la lírica, la palabra bella y técnica,

que tus labios pronunciaban contagiando mi corazón,

dueño de los besos que en mi alma quedaron.

Amas y callas, sin embargo sé que tus amores me pertenecieron,

demostraste fortaleza, más fueron tus tragedias,

mientras se derrumbaba esta historia, tu historia.

Compañía ideal, en mi sordida soledad,

tus frases angustiadas y llenas de dolor,

ocultando bajo el filo de la emoción, las pasiones del amor.

No le restes tiempo a lo que no fue,

más bien robale horas a lo que no ha sido,

dime que aún sientes amor,

... en ese corazón que ya está frío.