Dejamos los utensilios nevados sobre la copa vencida e inclinada de los árboles boscosos. El tumulto de rocíos elevados que penetraban el afán indecoroso de nuestros pulmones, titubeaba al ver el cielo invernal y azul. Líneas extraviadas, secuoyas de corazón funesto, infames delatores de la vida en los glaciares, gerifaltes de la realidad selvática y oprimida. Oh, labios, cómo palidecéis ante el tamaño del beso ofrecido. Oh, oscuridad tras los miembros consolidados, dignamente me asombráis con vuestra estatura, nocturna y polvorienta. Oh corazón, corazón, cómo te conozco, cómo sé dónde anidan tus temores. ©
- Autor: Ben-. ( Offline)
- Publicado: 10 de julio de 2019 a las 01:37
- Comentario del autor sobre el poema: Prosa poética-.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: Elisa es, Yajaira Vargas, Anton C. Faya, Hugo Emilio Ocanto, kavanarudén
Comentarios1
Expresar en letras un sentir, un sentimiento no es fácil.
Logras hacerlo mi amigo del alma.
Existencial y profundo.
Un abrazo fuerte de mi parte.
Kavi
Gracias amigo poeta, en realidad ni yo mismo sé qué quiero decir! Pero eso sí, me fascina escribir e intento hacerlo lo mejor posible. Un abrazo sincero!!
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