Iba siempre en su ambulancia. Nunca tranquilo siempre en urgencia. Era imposible encontrar una suplencia. Recordaba la feliz época de su infancia. Ahora todo depende de la muerte. Que nunca sabe cuando llega. Su función se cumple si la vida siega. Estar vivo o muerto es cuestión de suerte. Lo más sano es la bicicleta. Disfrutando del aire puro. El suelo ya no es duro. Y triunfo como anónimo atleta
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 10 de julio de 2019 a las 06:40
- Comentario del autor sobre el poema: Desde mi ventana escucho las sirenas de las ambulancias, porque el hospital está cerca, lo que es un consuelo para el enfermo y sus familiares. Saludos
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 16
Comentarios1
Ningún país puede ufanarse de moderno si no dispone de personal sanitario y suficientes ambulancias para asistir a sus ciudadanos. Saludos
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