Me enamoré de una diosa,
Bella aventura fugaz,
Un espejismo falaz
Eternidad primorosa;
Una experiencia grandiosa,
Sentirme siempre capaz
De pedirle más y más
Y ella, siempre generosa;
Sin embargo, de repente,
Aquella diosa partió,
Me abandonó indolente;
Y este corazón lloro;
Se quedó tan inconsciente
Que, cual flor, se marchitó…
- Autor: Raúl Gonzaga (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de julio de 2019 a las 09:10
- Comentario del autor sobre el poema: Versos tristes...
- Categoría: Triste
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios2
De repente esa diosa partió, me abandonó indolente; y este corazón lloro; se quedó tan inconsciente que, cual flor, se marchitó...
Que precioso te quedó mi gran amigo de letras y hasta me quede ilusionado por pasar en tu portal saludo Raúl
Mauro Enrique López Z., gracias querido amigo, todo un honor, saludos y un fuerte abrazo fraternal…
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