Cierto es que un día te vi.
Sola en tu terraza,
ensimismada fumabas...
Caminos de ida y vuelta
donde tus labios presumen el descaro
cuando él te dedicó su único poema
y fuiste la diva de su célebre retrato.
Tú, amante febril del incauto viento
vendiste tu pasión sin desconsuelo
al ladrón carnal del placer, del deseo.
Y en tu sangre del mundo más mundano
ardientes besos aún laten, palpitan
en tu cuerpo cual recuerdo más secreto.
Caminos de ida y vuelta
donde tus labios presumen con descaro
el silencio de vertiginosas noches,
de inevitables días mutilados.
Y en tu sangre la ilusión del beso ajeno
impotente, se encabrita al no poder apagar
este descocado, infatigable, íntimo fuego....
- Autor: Elisabet (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de julio de 2019 a las 14:57
- Comentario del autor sobre el poema: Y la vi una tarde desde mi balcón, sentada, pensando, fumando… Inspirado en la protagonista de la canción de “Leningrado” de Joaquin Sabina, este instante me sirvió de introducción a la hora de crear este poema. Que tengáis muy buena semana y como siempre muchas gracias por vuestra atención. Un abrazo muy fuerte...
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: JUAN ROMERO SOTELO
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