¿Dónde el camino que huye de la tormenta
borrascosa de la confusión y la mísera ignorancia?
¿Dónde el fuego que forja lentamente el barro
de mi perfección inconclusa?
¿Dónde las verdes luces que iluminan
mi esperanza y la de los míos?
¿Dónde mi vida sino en vos,
en tu palabra que irrumpe el viento hasta llegar
a nosotros con la sabiduría de tus labios,
en tus manos que moldean el tiempo
y a los que en él transitamos
en busca del paraíso posible?
¿Dónde encontrar sino en vos,
al santo forjador de mentes y cuerpos,
constructor de un mundo venturoso
para hombres y mujeres del mañana
que hoy inician su despertar?
Solo en vos podemos encontrar
al consejero, tutor, mentor, orientador
al maestro de maestros a tiempo completo,
dentro y fuera de los muros, en escuelas,
universidades, caminos, calles y avenidas…
al oído en cariñoso susurro
o en cátedra enérgica abierta para todos,
en las ciudades o en los montes…
mansa o iracundamente enseñándonos
la rectitud aun en líneas curvas,
como el gran guía universal; servidumbre,
sapiencia, lealtad y muchas cosas más para merecer
bienaventuradamente el reino de los cielos
desde estos mismos momentos,
en esta misma tierra.
William Irving Howard López.
Nicaragua,C.A.
- Autor: William Irving Howard López (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de julio de 2019 a las 22:32
- Comentario del autor sobre el poema: Jesús, es el gran maestro de maestros.
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 11
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