*ALAS QUEMADAS * § Cuento §

Anngiels Simplemente Mujer

Vos sabes que yo vivo volando, que mi vida se ciñe en un vuelo eterno. Si no me hubiese dedicado a volar toda esta vida me hubiese sido mucho más difícil sobrevivir a tu lado, y nunca pude o no supe iniciarte en el maravilloso mundo de las fantasías. Volar y soñar nos renueva cada día, pero vos no, no querés involucrarte con los sueños, siempre decías que estaba totalmente loca. Yo sentía que volar te daba pereza, y dejando tus alas plegadas te veía vivir con los ojos abiertos perpetuamente. Suponía que vos pensabas que... no vaya a ser que si los cierro comience a soñar y entonces me convierta en un adicto a esos vuelos ensoñadores donde la suelo encontrar perdida. Como dice Girondo es imperdonable no hacer el amor volando, es imperdonable diría yo vivir sin saber volar y ni siquiera intentarlo.

Estaba yo un día en esos menesteres, los de soñar por supuesto. Me encontraba sentada frente a la computadora, leyendo y a la vez por momentos volando de sala en sala de Chat cuando apareció Él. Sí, Él, ¿que es lo que te asombra?, porque Él, es una persona que esta detrás de un cristal y frente a un monitor, no es una máquina como pensás que son los internautas, son seres que caminan, trabajan, cumplen con todo lo que debemos cumplir los humanos, hasta pagan puntualmente impuestos, pero ¿sabes una cosa? Sueñan, también sueñan y vuelan en pos de los sueños.

 

No, no me mires con esos ojos abiertos y estúpidos, deberías cerrarlos de vez en cuando, porque si no lo haces algún día se quedarán secos, opacos, sin vida, y si te morís será irremediablemente imposible cerrarlos, estarás condenado a permanecer así, porque los párpados se habrán endurecido y te irás de esta vida con los ojos abiertos, y esos paisajes gastados y lúgubres cincelados en ellos.

Te decía que apareció Él, con nombre de ave, "Águila cautiva". Yo estaba leyendo en la sala de poesía Espantapájaros de Oliverio Girondo, y como presintiendo que yo necesitaba que una mariposa aleteara sobre mí, se presento y comenzamos a chatear. Me dijo cosas tan lindas que de pronto todo a mi alrededor fue primavera, y eso que estábamos en pleno y cruel invierno. Las mariposas acariciaban mi cabello, y una corona de flores se fue sujetando a mi cabeza mientras él escribía y me regalaba poemas, y todo a mi alrededor se transformaba, hasta me sentí sentada en una nube rodeada de flores y un delicado perfume invadía el ambiente. Por un momento nuestras manos se tocaron, su piel era suave y sus caricias perfectas. No lo vas a creer, pero sentí sus labios rozar los mío y en ese momento las mariposas estaban en mis entrañas enloquecidas por salir.

Bueno no sé porque te cuento esto, ya sé que no me crees, es que esta vida monótona y en línea recta en la que vivís no te deja ver que hay otras formas de sentir. Lo cierto fue que nuestros encuentros fueron cada vez más asiduos, y cada tarde se hacía más larga hasta confundirse con las noches y llegué a dormir a su lado, sentir su respiración, oler su cuerpo adormecido bajo el manto oscuro de mi pelo. Claro que por las mañanas volaba de mi lado con la permanente promesa de volver a mí al día siguiente. Mientras vos dormías con la carga constante de hacerlo a ojos abiertos, para no alejarte de la realidad, ya que si no recuerdas me has tildado de loca más de una vez en la vida porque me dices que duermo demasiado y es por mantenerme lejos de toda realidad, bueno será de la tuya que me abruma.

Vos dormías sintiendo a tu lado un cuerpo frío sin que ello te inmutara, por lo que no sé ahora que te esta sucediendo que estás tan inquieto al ver que hago mis maletas. No sé porque me pides explicaciones ni porque te sentís tan mal porque he decidido que así no quiero seguir viviendo.

Te he dicho mil veces que no me interesa todo lo material, que puedes quedarte con todo si es eso lo que te importa, si te atemoriza el perder algo de lo que siempre dices y me recriminas que ganaste con muchas horas de sacrificio, podes quedarte con todo, casa, auto, muebles, cuenta de banco, con lo que gano con mis cuentos y mis clases de literatura me sobra para seguir volando, lo único que me llevo es la computadora que es como si fueran mis alas y mis efectos personales, si necesitas algo de mi estoy en la misma pensión que vivía cuando me conociste.

 

Que si me voy con él? No, no me voy con él. Él aún no puede abrir las puertas de su jaula, vuela dentro de su misma prisión, pero yo, ya la abrí y quiero volar en libertad, quizás quien sabe alguna vez nos encontremos los dos libres y sigamos volando de la mano.

¿Que no me vaya? decís que no me vaya, imposible ya no admito vivir sin soñar volando y vos ya quemaste tus alas.

Texto:Angela T. Grigera

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Comentarios +

Comentarios6

  • Jorge Horacio Richino

    Muy interesante relato!
    Me encantó eso de volar en pos de los sueños, dejando de lado todo lo material. Actitud valiente y libertaria!
    Hermoso cuento!!
    Un fuerte abrazo!!!

    • Anngiels Simplemente Mujer

      Siempre pienso que hay que ir detrás de los sueños y la verdad no todos pueden, a veces cobardía, otras compromisos, otras veces por falta de ellos
      Gracias Jorge por estar siempre y disculpas por mi demora en contestar cariños amigo y muy buen martes

    • VOZ DE TRUENO😉

      Nadie puede coartarnos la libertad de volar.

      Muy buen relato.

      Abracitos

      • Anngiels Simplemente Mujer

        Nadie menos quien nunca supo volar tras un sueño
        gracias poeta por tu visita y disculpas por mi demora en contestar
        cariños

      • JAVIER SOLIS

        Todo lega a su fin. la mimsma música aburre el mismo baile cansa abrir las alas y volver a volar es sentirse libre para vivir.

        Buen relato mi buena amiga.Con cariño
        JAVIER

        • Anngiels Simplemente Mujer

          A veces hay que volver a abrir alas para lograr los sueños
          Gracia Javier por tu presencia
          un fuerte abrazo
          🙂

        • María C.

          Buen relato, a veces alguien nota las alas quemadas, pero otros vuelan y no permiten que nadie corte ese vuelo ni queme sus sueños...y si se chamuscan son como el ave fénix que sale del fuego.
          Un petonet

          • Anngiels Simplemente Mujer

            mi querida gracias y es como dices muchos son como el ave fenix y vuelven al vuelo
            petonet

            • María C.

              Así es mi apreciada poetisa del alma.
              Besito.

              • Anngiels Simplemente Mujer

                💋💋💋👍

                • María C.

                  OK.

                • kavanarudén

                  Interesante mi Ángela querida.
                  Ese negarse a soñar, no es tan poco común. Es más común de lo que imaginamos.
                  Somos seres que podemos volar, sí y volamos alto, soñamos. No concibo una vida sin sueños y por ello seremos criticados una y mil veces, pero ¿qué importa?
                  Has descrito una realidad. Ese mundo de internet que nos permite salir fuera de un cuarto, de una habitación que no nos puede aprisionar y encontrarnos con tantos otros soñadores, amantes de la libertad.
                  Nadie jamás nos quemará las alas, jamás.
                  Excelente.
                  Me encantó.
                  De mi parte un fuerte abrazo y siempre lo mejor de lo mejor.

                  • Anngiels Simplemente Mujer

                    mi querido Kavi, solo quienes soñamos sabemos lo que es volar y creo que tanto tú como yo somos de esa especie
                    se te extrañaba amigo gracias por venir a visitarme
                    besito

                  • Hugo Emilio Ocanto

                    Excelente cuento, poetisa.
                    Algo distinto en tus letras, a las cuales les brindo un caluroso aplauso, poetisa.
                    Un abrazo, muchacha.
                    Hugo Emilio.

                    • Anngiels Simplemente Mujer

                      GRACIAS HUGO, A VECES SALGO DEL ROMANTICISMO EROTICO, PERO ME PERSIGUE Y CAIGO SIEMPRE EN ÉL
                      SALUDITOS



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