Vienes de las mil noches y un día. Viajera en el tiempo sobre ruidos y silencios Sonrisa dentro. Y tesoro escondido. Desde tus palmas. Brisas frescas del medio día. Huellas infantiles en la arena. Besos salados en la orilla. De mi sala a mi cuarto. Callado sendero. De mi cuarto a mi sala. Me duelen tus huecos. De mi sala a mi cuarto. Miedo al silencio. De mi cuarto a mi sala. Se perdieron los besos. De mi sala a mi cuarto. Solo un lamento. De mi cuarto a mi sala. Ni yo mismo me encuentro
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 17 de julio de 2019 a las 06:38
- Comentario del autor sobre el poema: Los amores más profundos dejan huellas imborrables como éste, la persona por desgracia ya no existe, pero conocerla fue un privilegio. Saludos
- Categoría: Amor
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: Santiago Esquivel
Comentarios1
Santiago Esquivel , imagínate esta mujer trabajaba como enfermera en un hospital cercano, en la sección de oncología infantil , para los niños además de enfermera era una madre, mis mejores saludos
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.