-Dios mío noooooooo - gritó aterrada Ítala. Cuando el vehículo donde viajaban se desvió bruscamente del camino y en segundos fue cayendo al precipicio, como llevado al infinito vacío, donde el silencio se hace interminable y la oscuridad lo cubre todo. Durante esos segundos, Ítala pudo coger a su hijo y cubrirlo completamente con su cuerpo, su esposo Gerardo que viajaba junto a ella sólo pudo abrazar a su esposa e hijo, cubriéndolos como si fuera una coraza que los defendería de cualquier peligro. Con estruendo apagado por la profundidad del abismo el automóvil chocó sobre las rocas y todo quedó en silencio absoluto.
Nadie sabe cuánto tiempo duró el rescate y en medio de toda esa masa de sangre y muerte, parecía que nadie se había salvado pero al remover uno a uno los cadáveres se escucho un llanto y una mujer completamente enroscada tena en sus brazos a su hijo a quien había protegido con su cuerpo Ella estaba muerta sus ojos demostraban desesperación y ternura como pidiendo a quien pudiera que cuiden a su hijo. Como implorando al divino redentor que salvara la vida de del hijo de sus entrañas
Gregorio el niño había quedado huérfano, tenía 3 años y nadie quiso hacerse cargo de él, una anciana se compadeció y la llevo consigo, vivía en una casucha de maderas y esteras, comía de la gracias de Dios pues pedía limosna
Como pudo a veces con agua solamente alimentó y crió a Gregorio y al cumplir los 5 años, la abuelita le dijo- debes ir a la escuela-, y con sus andrajos y sin calzados Gregorio fue al Jardín de Niños cercano a su choza, con un cuaderno y un lápiz usados que la abuela encontró por ahí.
Al llegar a la Escuela vio a muchos niños todos ellos con uniforme, zapatos relucientes y cogidos de las manos de sus padre o madres iban saltando llenos de alegría, Gregorio fue llevado junto a ellos y al entrar al salón el maestro le puso un banco de madera y un tablero para que se apoyara pues las carpetas eran bi personales pero nadie quería sentarse con Gregorio, lo miraban con recelo y no querían ni que les rozara.
Al recreo se sintió sólo, todos comían sus loncheras y el solo sacó un pancito seco de su bolsillo y engulló en absoluto silencio. El maestro preguntaba a todos menos a él, se reía con todos menos con él, llegó la salida y al ir por la calle los demás niños empezaron a gritarle “loco”, “tonto”, zonzo” y mil epítetos más, él llego a la casucha llorando y la abuelita le dijo “los hombres no lloran” y el avergonzado no supo qué hacer.
Los demás días le llenaron de insultos los niños le tiraban piedras y lograron herirle y el niño llegó a casa bañado en sangre pues le habían reventado la cabeza. La abuelita ya no insistió ni el maestro reclamó por qué Gregorio dejó de asistir a la escuela.
Los días pasaron y durante muchos días Gregorio lloro y en su soledad se hizo amigo de los pájaros que libremente buscaban alimento en el parque jugaba con ellos y cantaba como ellos. Un día llegaron nuevos vecinos del parque, nuevos niños y nuevas ofensas y pedradas por su indumentaria haraposa todos creían que estaba loco, las señoras decían a sus hijos no te acerques ese niño está loco y Gregorio fue expulsado del parque, ya no tenía donde jugar. Se retiró a la puerta de su casucha pero ahí las avecillas estaban junto a él iba por las calles y las avecillas con él, empezaron a llamarle el “chico de los pájaros”. Un día la anciana murió, los vecinos por caridad la enterraron y Gregorio un niño de 5 años quedó a la intemperie no tenia donde cobijarse pues hasta del parque había sido expulsado.
Gregorio caminaba por la calle buscando algo para comer y un muchacho alto lo agarró a golpes y lo dejo sin sentido en medio de la calle y cuando recobró el conocimiento vio que había una nube de pájaros junto a él y en medio de ellos un pájaro Azul, radiante, hermoso imponente, las demás aves parecían tenerle mucho respeto el pájaro azul se acercó a Gregorio y le dijo” tu no perteneces a éste mundo, tú no has nacido para permanecer aquí, te llevaremos a un mundo nuevo, donde sólo habrán canciones y manos abiertas para ti.” Y a una señal los demás pájaros cogieron a Gregorio de todas las partes de sus harapos y suavemente levantaron el vuelo llevando a Gregorio como a un ángel que sonriente se fue elevando lentamente hasta perderse en el azul del cielo. Allá en el cielo infinito, donde sólo hay ángeles, donde sólo existe el amor ahí estará Gregorio el niño que no pertenecía a este mundo cruel.
- Autor: JAVIER SOLIS ( Offline)
- Publicado: 18 de julio de 2019 a las 13:31
- Comentario del autor sobre el poema: Como soldado disciplinado y obediente ensayo en escribir un mini cuento que espero les agrade. Gracias a quienes me hacen el honor de leer.
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 58
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Jorge Horacio Richino, Alexandra L, Yajaira Vargas, WandaAngel, Hugo Emilio Ocanto, CUARTEL DE POETAS LOCOS., José López Moreno.
Comentarios9
es precioso javi,encoge el corazon tus letras tan reales,que de Gregorios andan asi por el mundo.
Gracias mi linda Yolita creo haber reflejado lo que hay en miles de niños que vagan por las calles sin amparo alguno.
Gracias por leer mis letras
Con cariño
JAVIER
SIEMPRE HABRÁ ÁNGELES PARA MUCHOS GREGORIOS QUE HAY EN EL MUNDO, ES UN GUSTO SIEMPRE PASAR POR TUS LETRAS MI QUERIDO JAVO. ABRAZOS MIL
Mi poeta apasionada que alegría tener tu visita a mi hueco literario y no me queda más que agradecerte por tan lindo comentario.
Con gran cariño
JAVIER
Triste pero bello relato!!
Una historia que conmueve!!
Gracias por compartirla!
Un abrazo, amigo!!!
No me caben palabras para agradecer tu visita y comentario mi noble y gran amigo. Sólo te agradezco y anhelo para ti, éxitos en todo lo que hagas.
Con abrazo sincero
JAVIER
Impactante relato Javier, un relato que puede suceder en cualquier lugar y ser cierto, porque la crueldad humana escala cada día a mayores, y para muchos no queda un espacio donde poder respirar. Un día la humanidad despertara del falso sueño y tendrá que reconocer y recomenzar la historia, donde el hombre sea hermano del hombre, donde la convivencia y el amor reine en verdad y no sea solo una ilusión. Un placer leerte.
Saludos, feliz tarde, Alex.
Cierto mi buena Alexita en el mundo hay miles de Gregorios que buscan el amparo de los mayores. Que en nuestros corazones germine siempre la bondad y el servicio.
Con mucho cariño
JAVIER
¡Buen tema y.desarrollo del mini cuento, el cual nos hace recordar (y reflexionar) sobre millones de ""GREGORIO" que deambulan por el.mundo sin presente ni futuro...
Calido abrazo, poeta
Nhylath
Tú lo has dicho mi buena amiga e el mundo hay Gregorios por miles que deambulan buscando el amparo de alguien generoso.
Gracias por tu lectura y comentario que me animan a continuar.
Con cariño
JAVIER
Triste cuento amigo, y muy realista a muchos niños les pasa eso son rechazados por ser diferentes, realmente tus palabras llegaron muy dentro y mi corazón se sintió oprimido, por lo que pasan muchas personas como las de tu cuento. Pero más me gusto el desenlace de la historia. Es un gran placer leerte amigo Javier , recibe mis más sinceras felicitaciones.
Con especial cariño
Yajaira
A veces solo la muerte libera a quienes sufren las iniquidades de los seres humanos. Gracias infinitas por tu lectura y comentario mi buena amiga y excelente poeta. Tu visita solivianta mi deseo de seguir escribiendo.
Con muchísimo cariño
JAVIER
l
Que lindo relato, que excelente redacción y también triste. Abrazos
Gracias mi buena paisanita tus palabras me alientan y me hacen mucho bien.
Con gran cariño
JAVIER
Maravilloso cuento, poeta.
Gracias por compartir.
Un abrazo.
Mi buen Hugo solo puedo agradecerte por tu visita y amable comentario que me hace sentir bien.
Con fuerte abrazo
JAVIER
Oh que triste Javier.
Pero al menos tuvo la libertad esperada y ya fuera del mundo cruel.
Un abrazo
Mi linda Mary gracias por leer lo qu escribo.
Con super cariño
JAVIER
Gracias a ti buen finde.
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