En un lugar de La Mancha
donde abundan los molinos,
escribía Don Miguel
un libro con muchos líos.
Alonso Quijano hidalgo
fue el personaje elegido,
para contar las andanzas
de ese noble empobrecido.
Leía el hidalgo Alonso
libros de caballerías,
lo hacía con tal pasión
que su mente acabaría
metida en esa ficción.
Venturas y desventuras
junto a su fiel escudero,
confundiendo con castillos
lo que era un paradero.
También atacó molinos
creyendo que eran gigantes,
con la armadura y la lanza
a lomos de Rocinante.
Dulcinea del Toboso
era el nombre de la dama,
que Alonso Quijano hidalgo
con hazañas conquistara
ganando honores y fama.
Su fiel escudero Sancho
ignorante y decidido,
de los sueños del señor
al final quedó prendido.
Las promesas de su dueño
hicieron gobernador a Sancho,
quien al sentirse tan ancho
no pensaba que era un sueño.
Justo a tiempo de morir
recuperado del trance,
muere pidiendo perdón
por todos aquellos lances.
J. Piñeiro
- Autor: Classman (Seudónimo) ( Online)
- Publicado: 19 de julio de 2019 a las 01:53
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 131
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Jorge Horacio Richino, Pluma de Fuego
Comentarios1
Justo hace unos días terminé de leer Don Quijote de la Mancha, y me encanto. Me lo pase genial con el libraco que en realidad ( al menos a mí) se me hizo corto.
Me gustó mucho gracias por compartirlo
Gracias Nuria me alegro de que te haya gustado el libro y el poema. Un placer conocerte
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