¡EL ENCUENTRO!
Escondido en la sombra
de una acacia,
la suave brisa que acaricia,
es tu aliento envolviendo
el alma con su cuerpo.
Guardo la impresión profunda
del vivir hace un instante.
En el celular y el correo,
por cosas del destino,
de tus mensajes me dÍ cuenta.
-Estoy en camino,
llego a las tres y media-
Una cuarenta y dos,
sumergido estoy
en la cotidianidad de la existencia.
El estómago se me contráe,
quedo a medio comer,
siento las palpitaciones.
Presuroso empiezo a arreglarme
y causar buena impresión.
Salgo corriendo, volar quisiera,
a medio camino, no encuentro las llaves.
Regreso nervioso con la compañía
de un sol ardiente, que así lo siento.
¡Sorpresa! , vacío la bolsa,
allí están
entre la libreta de mi historia.
Muevo la cabeza,
lo que vuela es el tiempo, no yo.
LLego por fin, donde te espero
y a tiempo.
Empezamos a correr mensajes,
por momentos éste se detiene
y avanza muy despacio.
Ya estás aquí, ya vienes hacia mí,
espero la espera.
La pluma corre entre renglones
con este pensamiento,
pasan los momentos sin sentir
en la imaginación.
Inclino la cabeza,
para leerme lo que escribo,
y quisiera llegaras
y decirte que lo hago para tí.
Tras de mi hombro,
una voz que solo
conozco por teléfono.
-Ya llegué, amor-
Me sobresalto,
volteo y me levanto.
¡Eres tu, la foto te identifica!
Un abrazo completo,
beso tu mejilla
y al oido te murmuro,
-Amor, por fin estamos juntos-
Salimos de la plaza
y tomados de la mano
que la aprieto
con un sentir muy grande,
nos perdemos por la calle.
EL POETA DEL AMOR. 11-07-10.
BAJA CALIFORNIA SUR, MÉXICO.
Escondido en la sombra
de una acacia,
la suave brisa que acaricia,
es tu aliento envolviendo
el alma con su cuerpo.
Guardo la impresión profunda
del vivir hace un instante.
En el celular y el correo,
por cosas del destino,
de tus mensajes me dÍ cuenta.
-Estoy en camino,
llego a las tres y media-
Una cuarenta y dos,
sumergido estoy
en la cotidianidad de la existencia.
El estómago se me contráe,
quedo a medio comer,
siento las palpitaciones.
Presuroso empiezo a arreglarme
y causar buena impresión.
Salgo corriendo, volar quisiera,
a medio camino, no encuentro las llaves.
Regreso nervioso con la compañía
de un sol ardiente, que así lo siento.
¡Sorpresa! , vacío la bolsa,
allí están
entre la libreta de mi historia.
Muevo la cabeza,
lo que vuela es el tiempo, no yo.
LLego por fin, donde te espero
y a tiempo.
Empezamos a correr mensajes,
por momentos éste se detiene
y avanza muy despacio.
Ya estás aquí, ya vienes hacia mí,
espero la espera.
La pluma corre entre renglones
con este pensamiento,
pasan los momentos sin sentir
en la imaginación.
Inclino la cabeza,
para leerme lo que escribo,
y quisiera llegaras
y decirte que lo hago para tí.
Tras de mi hombro,
una voz que solo
conozco por teléfono.
-Ya llegué, amor-
Me sobresalto,
volteo y me levanto.
¡Eres tu, la foto te identifica!
Un abrazo completo,
beso tu mejilla
y al oido te murmuro,
-Amor, por fin estamos juntos-
Salimos de la plaza
y tomados de la mano
que la aprieto
con un sentir muy grande,
nos perdemos por la calle.
EL POETA DEL AMOR. 11-07-10.
BAJA CALIFORNIA SUR, MÉXICO.
- Autor: arturo maldonador ( Offline)
- Publicado: 12 de julio de 2010 a las 18:59
- Comentario del autor sobre el poema: A lo largo de la efímera existencia, tenemos encuentros con diferentes personas, cada uno es parte de nuestra historia personal, y los llevamos en los espacios íntimos de nuestro ser. Allí los conservamos, y según los estados de ánimo que nos llegan,una sonrisa o una lágrima cuando vienen a la memoria. Como un encuentro, no se olvida, y lo vamos enmarcando de recuerdos.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 78
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