La dulce ingratitud que tanto amo
Yo no sé si te quiero cuando lloro,
si lo que fue se lo tragó la arena.
Rumio de soledad y siento pena,
cuando el amor a la razón imploro.
No es racional amar y lo deploro;
tampoco es racional esta condena
de amar a la pasión que me encadena
a confundir el cobre con el oro.
Eso lo sé, quizá también comprendo
en mi alma de eterno enamorado
la dulce ingratitud que tanto amo.
Y busco y busco en el camino andado,
aunque sepa que el alma va muriendo
cuando no me respondes si te llamo.
- Autor: oscar perdomo marin ( Offline)
- Publicado: 22 de julio de 2019 a las 13:38
- Comentario del autor sobre el poema: Somos el todo, parte del todo y nada somos, aunque metafóricamente acepto que somos polvo de estrellas.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 13
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