Un par de ojos sobre mí.
Me siento observada.
Me siguen cuando cruzo por la calle.
En la tienda de al lado, en el gimnasio, en el supermercado.
Ojos que me pisan los talones.
En mi trabajo, en la universidad, incluso en las salidas de los fines de semana.
Me ven colocándome la ropa interior.
Bailando desmesuradamente en mi habitación.
Ojos vigilantes.
Observo de un lado a otro con demencia.
¿Quién será?
Se me hiela la sangre cuando siento su respiración en mi cuello.
Su mano con posesión, me toma para no soltarme jamás.
Me arrincona y me forja su prisionera.
No se esconde como un delincuente.
Me muestra la profundidad de su belleza con engreimiento.
Sus ojos celestes me dirigen a la perdición.
Me presenta el infierno en su mirada.
Me sirve un plato de manjares por la mañana.
Su boca, sus orgasmos, su cuerpo.
Una sonrisa y me invita a pecar.
Hace tiempo que su mirada me desviste desde el balcón.
Hoy mis vestidos caen en el suelo de su sótano.
Esposada para él
Pidiendo a gritos ser solo suya
Suplicante de su piel.
Hambrienta de su maldad
Y yo pido quedarme aquí.
Complaciendo todos sus caprichos.
- Autor: Raquelgm (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de julio de 2019 a las 15:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
Comentarios2
asecho e intimidad, intriga y docilidad, proximidad y pasión, baile y complicidad, éxtasis y disponibilidad.
Siento su respiración en mi cuello
Hoy mis vestidos caen en el suelo de su sótano
Pidiendo a gritos ser solo suya
Complaciendo todos sus caprichos.
Enigmáticos versos pero muy hermosos, Felicitaciones poeta.
Con cariño
JAVIER
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