Libertad,
como un globo lumíneo,
ascienden
mis ansias
por hallarte.
Más allá de los verdes prados,
Más allá del infinito océano,
Más allá de la embriaguez
De la pasión
no correspondida.
Nada la acalla.
Crece el deseo de Libertad,
enhiesto y puro
como los verdes laureles
que dan sombra a mis ojos.
Te busco,
inmensa, total,
encendida.
Me basta un chispazo tuyo,
para aclamar una Verdad,
para defender a un Justo,
para amar
con la excelsa llama
primitiva.
Por qué te amo tanto,
Libertad.
A veces fugitiva.
A veces lejana.
A veces escurriéndoseme
de entre mis manos,
como fulgente
lluvia
de oro.
l
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.