LA VUELTA DE LOS VENCIDOS
Por la estepa solitaria, cual fantasmas vagarosos,
abatidos, vacilantes, cabizbajos, andrajosos,
se encaminan lentamente los vencidos a su hogar,
y al mirar la antigua torre de la ermita de su aldea,
a la luz opalescente que en los cielos alborea,
van el paso retardando, temerosos de llegar.
Son los hijos de los héroes que, en los brazos de la gloria,
tremolando entre sus filas el pendón de la victoria,
regresaron otras veces coronados de laurel.
Son los hijos, la esperanza de esa raza poderosa
que, los campos fecundando con su sangre valerosa,
arrastraba siempre el triunfo amarrado a su corcel.
Son los mismos que partieron entre vivas y clamores,
son los mismos que exclamaron: ¡Volveremos vencedores!…
Son los mismos que juraban al contrario derrotar,
son los mismos, son los mismos, sus caballos sudorosos
son los potros impacientes que piafaban ardorosos
de los parches y clarines al estruendo militar.
Han sufrido estos soldados los horrores de la guerra,
el alud en la llanura y las nieves en la sierra,
el ardor del rojo día, de las noches la traición;
del combate sanguinario el disparo, la lanzada
—el acero congelado y la bala caldeada—
y el empuje del caballo y el aliento del cañón.
Pero más que esos dolores sienten hoy su triste suerte,
y recuerdan envidiosos el destino del que muerte
encontró en lejanas tierras. Es mejor, mejor morir,
que volver a los hogares con las frentes abatidas,
sin espadas, sin banderas y ocultando las heridas,
las heridas que en la espalda recibieron al huir.
A lo lejos el poblado ya percibe su mirada:
¿Qué dirá la pobre madre? Qué dirá la enamorada
que soñaba entre sus brazos estrecharle vencedor?
¿Qué dirá el anciano padre, el glorioso veterano,
vencedor en cien combates? ¿Y el amigo? ¿Y el hermano?
¡Callarán avergonzados, si no mueren de dolor!…
Y después, cuando a la lumbre se refiera aquella historia
del soldado, que al contrario disputando la victoria,
en los campos de batalla noble muerte recibió;
y los viejos sus hazañas cuenten luego, entusiasmados,
se dirán los pobres hijos del vencido, avergonzados:
¡Los valientes sucumbieron y mi padre regresó!…
Tales cosas van pensando los vencidos pesarosos,
que, abatidos, vacilantes, cabizbajos y andrajosos,
caminando lentamente, se dirigen a su hogar;
y al mirar la antigua torre de la ermita de su aldea,
a la luz opalescente que en los cielos alborea
van el paso retardando, temerosos de llegar.
Luis de Oteyza (1882-1960)
- Autor: hugo emilio ocanto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de julio de 2019 a las 01:06
- Comentario del autor sobre el poema: Autor: Luis de Oteyza .( Zafra, 30 de junio de1883-Caracas, 11 de marzo de 1961) fue un periodista, escritor y poeta del modernismo español. Instalado en América tras el estallido de la guerra civil, terminó residiendo en Venezuela. Con todo mi sentir, interpreto sus letras. Feliz día amigas, amigos del alma. Hugo Emilio. IMAGEN DE GOOGLE.
- Categoría: Triste
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- Usuarios favoritos de este poema: María C., kavanarudén, JoseAn100, Alexandra L, Anton C. Faya, Hugo Emilio Ocanto, Violeta, Jorge Horacio Richino, Elena. DC, Libia Sophia RC, David Arthur
Comentarios12
Gracias por compartir historia y cultura querido recitador del alma.
Un abrazo
Gracias a ti mi querida amiga María por acompañar...
Un abrazo.
Petonets.
Excelente mi hermano del alma. Sentido y expresivo tu interpretar.
Gracias por compartir tu don y sobre todo dar a conocer la figura de mi paisano y poeta. Admirable su pluma y talento.
Un abrazo y mil bendiciones
Saludos
Gracias, querido Kavi.
Bella pluma de este poeta español, fallecido en Caracas, Venezuela.
Un abrazo, amigo del alma.
Hugo Emilio.
muy bueno.
gracias Ángel.
Intensas letras que recrean uno de los rostros de la guerra, los que regresan tras la derrota, tu interpretación magistral Hugo siempre poniendo voz, alma a la poesía. Placer escucharte.
Saludos, feliz día, Alex.
Muy agradecido por tu presencia y comentario, Alex.
Placer me acompañes.
Saludos, feliz día.
Hugo Emilio.
De la guerra y los miedos que no se ven ... Composicion e interpretacion excelentes Hugo...
Nos regalas estos clasicos magnificos !!!
Gracias César.
Este poema me ha hecho recordar mucho
la presencia de mis padres... cuando preparaba este poema
para presentar en eventos santafesinos...
De nuevo te doy las gracias por compartir.....
Gracias a ti, Violeta.
Poemazo de Luis Orteyza! Muy bello en su relato!
Tu interpretación me permitió interpretarlo con mayor claridad que en la lectura. Me dejé llevar por tu voz y disfruté del bello momento que nos has regalado!
Mis felicitaciones y un enorme abrazo, amigo del alma!!!
Muy agradecido, estimado y querido amigo.
Felicitaciones recibidas y agradecidas.
Un abrazo, amigo poeta del alma.
arte y sabiduría, hazañas y próceres, motivación y canto, clamores y abatimientos, impotencia y realidad.
Gracias por tan bello comentario, Eduh.
Apendiendo cultura contigo mi estimado poeta y amigo..un verdadero placer escucharte
un abrazo
Muchas gracias, apreciada y querida amiga.
Un abrazo.
No sé por qué pensé en Venezuela, en el éxodo de Siria y en el dolor que siento al ver la gente caminar y caminar sin rumbo fijo....
Placer tu presencia y comentario, Libia.
Muchas gracias.
Abrazos mil querido Hugo
Mucho sentir en las letras de Luis de Oteyza, un poema donde el ruido y sufrimiento en un campo de batalla se escuchan en la voz de Hugo Emilio y su excelente interpretación.
Un abrazo amigo poeta,
David
Desde muy joven me han atrapado las letras de su autor.
Era uno de mis "caballito de batalla", David.
Muchas gracias por estar...
Agradecido por tu comentario.
Un abrazo amigo poeta-pintor-fotógrafo.
Hugo Emilio.
Extraordinaria interpretación, querido amigo Hugo Emilio.
Un abrazo muy fuerte.
Muchas gracias, querido amigo Julio.
Un muy fuerte abrazo.
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