Horas, transcurren
bajo la tempestad
de una lluvia de lágrimas que no cesa
ciegamente caminamos un camino
que destruye a la intemperie
risas de aquellos
que todo lo tienen
y nada ven a través de sus ojos
vendados por la frialdad
que los caracteriza.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.