Ninguna
Glorificas lo que sigue al sacrificio,
el triunfo que se alcanza en la batalla
y el renombre en la vida del valiente.
En el hechizo de las nueve hierbas
se menciona un poema donde Odín
recogió las nueve ramas de la gloria
para castigar la venenosa víbora,
partiéndola sin pena en nueve partes.
Eres igualmente, con tu cúmulo
de grandes energías positivas,
la Runa que vence a la serpiente
portadora de la pútrida ponzoña
que yace despierta desde antiguo
y tiraniza nuestra parte oscura.
Oh Wyn, por la magia de tu rostro
logras unir las tribus que proteges
contra las agresiones del mundo,
formando una hermandad propicia
donde todos trabajan en conjunto,
sin descartar la mediación del mago
que lucha por excelsos objetivos.
Sueles lanzar con espontáneo gesto
a los humanos en brazos del destino,
tanto más contradictorio y relativo
si se invoca el respaldo de los dioses.
El propio Tuerto, novena criatura
que apareció en los nueve mundos
con su capa, sus cuervos y sus lobos,
aplicando tus secretos demandó
lo más áspero y divino que protege
del mal helado matador de hombres,
para evitar el camino sin retorno
que conduce al país de los difuntos,
venciendo los instintos negativos
que guarda el enemigo en su caverna
sin el impulso del amor filial,
como puente en el río de los éxitos
y los dones que dan las otras Runas.
- Autor: 000 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de agosto de 2019 a las 08:37
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Libia Sophia RC, Mauricio Carrillo - Cofradía de la Palabra
Comentarios2
😉 un propósito
Gracias Hada por rus palabras.
Recibe un cordial saludo
BUENO LEERTE CADA VEZ SE HACE MAS INTERESANTE YA EN EL OCHO.
TE SIGO Y APRENDO.
ABRAZOS Y SALUDOS MARK
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