UN SEGUNDO SIN LATIR
Hay caminos de espinas
y alfombrados de seda.
Hay senderos malditos
y sendas que te liberan.
El atajo se olvida,
de la senda correcta.
Y no sirven los mitos,
si el destino se acerca.
Sobre la mar la barquilla,
danza piruetas de muerte.
Por más que quiere la quilla,
no hiende la mar rugiente,
que la mantiene en el aire,
como un liviano juguete.
Ronda la parca,
dibujando sus esquemas.
Como un ánima sin pena,
componiendo letanías.
Reiteradamente opaca,
siembra la duda sin prisa,
o acalorada se inclina,
sobre el alma en agonía.
Entrelazados sentidos,
en el corazón labrados,
buscan la esencia sin tino.
Pulsos desacompasados,
pretendiendo ser latidos,
perfectamente pautados.
Mientras la vida persiste,
aferrada a los encantos,
de la tierra donde habita.
Hay caminos de esperanza,
y ahítos de fantasías.
Senderos en lontananza,
prestos a ser descubiertos.
Y aterradores desiertos,
donde se bate la vida,
con entramados conceptos.
Sobrevuelan los secretos,
danzan ideas y dudas,
al ritmo que marca el tiempo.
Se fue sin decir adiós,
preso en el mismo silencio.
Ahormado con las venturas
y tremendos desaciertos.
Un segundo sin latir,
para la quietud dispuesto.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
04/08/2019
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