La tarde opaca aún no amanece
tras tus ojos de niña en columpio.
La foto, casi amarilla del tiempo y muchos grises,
(salvo tú)
se diluye en todo el hastío de mi ayer.
Encallo hoy en mi impaciencia
y pido a Dios me devuelva tus colores.
Y nada más.
- Autor: Jose Eduardo ( Offline)
- Publicado: 13 de julio de 2010 a las 17:58
- Comentario del autor sobre el poema: Fueron días inciertos, como suelen pasar. A la mano solo dos fotos que conservaba su padre, algunos de sus poemas y escritos, y un collage de recuerdos. Pero, al fin, supe: nada es tan terrible como las pesadillas del que ama. Justificadas o no, la vida las ratifica o desmiente. El saber es solo una cosa: la libertad de darle todo de mí sin esperar que lo pida.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 74
- Usuarios favoritos de este poema: Isabel5
Comentarios2
Poema con mucha imaginación, cuando faltan los colores, algo está fallando. Felicidades.
luis
Tienes mucha razón Luis. Por suerte, retornan.
Gracias
Tú también tienes razón, lo maravilloso de la vida siempre será el eterno retorno. Gracias José Eduardo por haber compartido tu poema.
Está lindo, lo bueno de los grises en cualquiera de sus tonos es que están formados por blancos y negros y ambos necesitan los colores primarios. Deseo que tus pesadillas desaparezcan aunque no dejes de amar.
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