Ya es hora, sí, ya es hora.
Llega la mañana,
comienza un nuevo día.
La noche ha sido larga;
tanto, que se defiende en retirada,
cerrando el cielo, ocultando el día.
Gruesa nubes casi negras tapan el sol naciente,
y en ese oscuro amanecer,
me aferro a tu cuerpo,
como se aferra la noche a la noche,
para que nunca llegue el día.
Ya es hora, sí, ya es hora.
Es hora de la partida.
Pasarán muchas noches,
con sus días.
Pasarán semanas sin que llegue el momento
de otra noche,
de otra despedida.
Ya casi amanece.
En medio de la bruma un rayo de sol
vence a la noche,
que se retira poco a poco,
ocultando al sol por momentos,
mientras nuestros cuerpos
se aferran a la noche,
para que no llegue el día;
y en la última batalla,
cual batalla decisiva.
los cuerpos se funden en un solo cuerpo,
los relojes se detienen ya sin energía,
y tal parece que pasan muchas noches,
hasta que finalmente,
la noche se transforma en día.
Frank Calle (7/agosto/2019)
- Autor: Frank Calle (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de agosto de 2019 a las 17:59
- Comentario del autor sobre el poema: Una pareja mantiene encuentros fugaces en noches de amor interminable, que concluyen con el amanecer del nuevo día, hasta que la historia se repita...
- Categoría: Amor
- Lecturas: 29
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