Te miré
clara y altiva,
mi ansiedad se volvió cautiva, amor,
de tu piel candela,
que simula seda
que acaricia y quema a quien
se atreve a pretender
tu amor estuoso.
Tú, que incitas a soñar
y a querer no despertar,
yo, que insisto en torturar
mi paciencia al desear
tu piel candela,
quiero encenderme en su haz,
en su fuego naufragar
y alivio no encontrar.
Mátame
y sangra por la herida,
no dejes que viva otro día, yo,
ahogado en tu encanto,
mas necesitando
respirar el aire aquel
que me da vida otra vez:
tu amor estuoso.
Tú, que incitas a soñar
y a querer no despertar,
yo, que insisto en torturar
mi paciencia al desear
tu piel candela,
quiero encenderme en su haz,
¡Oh! Piel candela,
el alivio no encontrar.
- Autor: Sujeto de Letras (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de agosto de 2019 a las 10:06
- Categoría: Amor
- Lecturas: 84
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