Era una tarde de verano, calor y frescura en el ambiente,
entre risas y charlas esperábamos al maestro,
de repente se abrío la puerta del aula,
y ahí estabas buscándome con la mirada,
te salude y me esperaste fuera del aula,
pero no pude salir por que aún tenía clase,
quería que pasaran las dos horas rápido,
pero paso una eternidad, por fín salí corriendo de clase,
y ahí estabas esperándome,
tomaste mi mano y corrimos hacia la parada del bus,
en el trayecto nos detuvimos para abrazarnos tiernamente.
llegamos a la parada y ahí esperabas hasta que pasara mi bus.
teníamos caminos distintos, pero siempre estabas en el mío.
esa tarde de verano me dijiste, tú vas hacer mi esposa,
me reí mucho, y te dije estas jugando, porque eso no va a pasar,
me volviste a decir te amo,y quiero casarme contigo,
me gusta tu nombre, tu apellido y quiero tener hijos contigo,
y te conteste, no creo, no pienso en casarme,
volviste a insistir, tu vas hacer mi esposa.
me dejo muy sorprendida y me reí.
Lo de esa tarde de verano, en 2 años se hizo realidad,
ahora los dos reímos de esos tiempos,
donde el amor unió nuestros caminos.
tenemos hijos y una vida llena de detalles para compartir.
compartimos 28 veranos y los que faltan por vivir.
Para tí LMGA., de Borealara. Aurora
- Autor: borealara (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de agosto de 2019 a las 00:47
- Comentario del autor sobre el poema: Los recuerdo significativos son parte del presente, por eso, hoy es importante vivir y tener esos detalles de la vida: el amor es la frescura de la existencia.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: borealara, Jorge Horacio Richino, dulcebrisa
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